te ví.
tímido,
flotando entre el deseo dormido.
con tu escudo en el pecho
asomé mi nariz en tu interior
para probar el cálido sabor de tu envoltura
mi lengua se adormeció a tu encuentro
sin quedar más que el olor a hierba.
el humo de tu cuerpo ebullendo
esculcaba entre mis pensamientos.
a lo profundo de tu mar ligero,
descubrí historias sin contar.
y te quedabas quieto soltando tus locuras
para beberlas en un simple sorbo
de té.
No hay comentarios:
Publicar un comentario