jueves, 7 de abril de 2011

Gallinita ciega










en el frío de este oscuro callejón,
se congelan a poco mis gotas de sudor.
los alaridos del escape de la fe,
el zumbido del miedo atacando sin piedad.
Descalza, pisando el terrible suelo de la realidad,
mis pies cansados, desean huir.
Mis manos perdidas buscando una señal,
una textura, un roce familiar.
a través de esta venda apretada,
el camino es mas cruel.
Hay más dolor que risas,
no hay calor.
Y aún sin mirar,
atada al crudo engaño de un mundo sin Dios.
Camino en la oscuridad.
Por que me espera la luz.




Milagro.

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