lunes, 20 de junio de 2011

Libre














En mi oscuridad
se encendió tu luz
y como nido próspero
dio brillo a cada rincón.
Encontre en mis brazos
alas de fuego,
y transformaste el contorno viejo
de mi odre .
Entonces fue tu aire soplando en mi
y tu gracia cubriendo cada esquina.
En mi ciego caminar vi tu amor,
y descubrí tu espíritu en mi interior.
Liberando el fruto recogido,
con mi canasta vacía corri hacia ti,
con clamor del alma en los ojos
pude vivir tu libertad.


Milagro.




"Con la viste puesta en ti seguiré"

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