lunes, 27 de septiembre de 2010

Querido amigo

Te encontré,
entre líneas invisibles de códigos binarios.
asomado por una ventana artificial,
a millas de distancia,
ahí.

Escribiendo una historia soñada
arrancándome segundos,
dando melodía a mis letras asonantes.

Tú, querido amigo,
un fiel reflejo de mi corazón,
Te escucho,
mientras entre las letras adivino tu rumbo.

Como si se nos olvidara la vida,
y corriéramos libres,
entre campos de batallas,
a través de los los límites.


Milagro

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