Después de tanto tiempo acá estamos. Te reconozco como si te hubiera conocido desde siempre. Yo se que tú también sientes que me conoces. Bueno, comenzaría por contarte un poco de mí, aunque en este caso prefiero que lo averigües tú.
viernes, 6 de mayo de 2011
En Espera
Yo ya no quiero esperarte sentada,
ni de pie o en cuclillas.
Ya no soportan mis piernas
tu ausencia infinita.
Yo no soy un metal,
ni frío acero.
Hay sangre corriendo,
un parche elástico a prueba.
No digo que vuelvas.
No quiero que vuelvas
pero te espero.
Y te busco a lo lejos,
sin fuerza,
de reojo.
Con desilusión,
me siento, me paro y me agacho.
Hasta que se duerman las piernas,
para no correr,
para no seguir el camino
tras de ti.
Milagro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
De la 'desilusión' al fracaso
ResponderEliminardel fracaso a la desgana
de la desgana al vacio total de la soledad
donde ya nada importa
el cuerpo no tiene fuerzas para moverse
y solo espera dormirse para dejar de sufrir
Al Límite
Creo que he sido demasiado impulsivo al escribir lo anterior
ResponderEliminarEn ese momento lo estaba sintiendo
Pero no quiero causar preocupación por que se interprete
de otra manera que no sea como un estado depresivo.
La otra interpretación nunca se me ha pasado por la cabeza
y nunca seria capaz de hacerle algo así a las personas que
todavía me quieren y me aprecian.
Al Límite
Esperar, Desilusión, fracaso, vacío... Todo tiene un final. Todo tiene un comienzo, aveces toca recordar el inicio para descubrir como seguir.
ResponderEliminar